top of page
Buscar

Autocontrol emocional

Actualizado: 28 ene 2020

Control de la impulsividad, un aprendizaje crucial en la vida

El ritmo de la vida actual nos impone exigencias tales como dar resultados al instante, alta competitividad, presiones sociales, entre otras, que muchas veces terminan por reventarnos, llevándonos a perder todo control emocional sobre nosotros mismos.

Así, el malestar que sentimos es tan grande que es fácil efectuar acciones impulsivas que nos proporcionen sensaciones placenteras o nos alejen de la fuente de dolor emocional, en una búsqueda de satisfacciones inmediatas, tales como abandonar a la pareja por temor a una ruptura, compras impulsivas, atiborrarse de comida, relaciones sexuales constantes sin implicación emocional, consumo de sustancias, etc. No obstante, esta falta de control emocional nos lleva a consecuencias no satisfactorias.

Cuando tenemos dificultad para controlar nuestros impulsos, somos incapaces de dejar de hacer algo que deseamos hacer, aunque sepamos que no debemos hacerlo o resulte peligroso para nosotros mismos o para los demás. Simplemente no podemos renunciar al placer inmediato que nos proporciona esa acción.

Las conductas impulsivas muchas veces se transforman en conductas de riesgo ya que, pese a que vienen seguidas de consecuencias placenteras inmediatas, los efectos negativos de las mismas pueden presentarse a largo plazo: baja tolerancia a la frustración, problemas de autoestima, desorganización, falta de atención, ausencia de planificación del tiempo, etc. Porque al tratarse de impulsos, no aprendemos de la experiencia, no nos damos suficiente tiempo para interiorizar lo que sucede, y por tanto, no tomamos consciencia de hacia dónde nos puede llevar esa impulsividad. Una de las características de la personalidad impulsiva es la dificultad para aceptar los límites y la poca tolerancia al estrés y la frustración. Así, en vez de huir de la conducta impulsiva la buscamos constantemente, tratando de evitar así el dolor o miedo que nos produce la ansiedad y que nos ha llevado a caer en este tipo de conductas desadaptadas. Es decir, utilizamos la impulsividad como vía para paliar la angustia, buscando salvarnos de los sentimientos de vacío interior, cuando el mundo se torna amenazador y decepcionante. Para trabajar la impulsividad lo más efectivo es aprender a tener autocontrol emocional. La clave la encontramos en la forma de interpretar nuestras emociones ya que son las que determinan nuestra forma de actuar. Las emociones son necesarias para la supervivencia, pero hay casos en los que la respuesta emocional no está regulada correctamente y da lugar a:· Alerta ante situaciones donde no existe una amenaza real (ansiedad) · Incapacidad para desactivarse del pasado (depresión) La solución viene de la mano de la prevención, debemos aprender a actuar antes de que la ansiedad o la depresión nos invadan, porque cuando alguna de éstas lo hacen ya estamos a su merced. ¿Cómo hacerlo? Aprendiendo a identificar los síntomas, pero no sólo esto, debemos entender nuestro estado de ánimo, reconociendo cuándo y porqué estoy así para después actuar sobre tales causas.

Para que sepas cómo ayudarte, te proponemos las siguientes técnicas:· ReafirmaciónSe trata de pensar en lo que te ha provocado esa emoción e ir reduciendo su significado negativo al enfocarte en experiencias pasadas en las que has salido victorioso.Si trabajas la autoafirmación cuando la intensidad de la emoción es todavía baja (síntoma), tendrás tiempo suficiente para hacer una interpretación de la situación menos ansiosa.

· Técnica de la distracciónConsiste en desvincularte de la emoción adversa, centrando tu atención en pensamientos neutrales, disminuyendo así la intensidad de la misma. · Piensa en el futuro más inmediatoEste recurso que parece muy simple, resultará eficaz para mantener el control. Al final no se trata más que de desviar la atención. · Medita con frecuenciaLa meditación actúa como una herramienta eficaz para prevenir pensamientos negativos repetitivos y controlar los impulsos.Meditar de forma regular y respirar profunda y lentamente consigue reducir esta intensidad. · Date permiso para posponer tu preocupaciónSeguramente sea una de las maneras más efectiva de trabajar el autocontrol. Para la mente es igual de importante sacar la “basura emocional” como llenarnos de pensamientos positivos que favorezcan el bienestar. Así que ayudarnos de estrategias como dedicar 20 minutos al final del día para enfocarnos exclusivamente en lo que nos pesa, y a lo largo del día a tratar de desviar la atención hacia pensamientos más positivos, hará que la mente se sienta en equilibrio. · Encuentra el motivo de tus emocionesA largo plazo lo que realmente te hará tener control emocional es aprender a reconocer tus emociones y saber porqué te ocurren. Es muy importante ser honesto con nosotros mismos en cuanto a los motivos, evitando auto-engañarnos. Conocer la verdad real de nuestros sentimientos nos ayudará a trabajar la causa.

Cordialmente,Psicoterapeuta José Alberto Olivera

98 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page